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El desarrollo de los Hábitos de Autonomía nos va a permitir reflexionar sobre cómo educamos a nuestros hijos.

 

Los habitos de autonomía, ayudan a los niños y niñas a verse de manera individual, como personas responsables y competentes de su comportamiento. 

Según van desarrollando esa autonomía se convierten en niños que no dependen del adulto (madre, padre, maestro/a, cuidador,…) para poder participar y disfrutar de las diferentes actividades (colegio, juego con otros niños en el parque, aseo,...) y que disfrutan de sus capacidades como persona individual. Por el contrario, una excesiva dependencia provoca sentimientos de desamparo, abandono, incompetencia, rencor, frustración y rabia.

Los hábitos de autonomía facilitan la dinámica familiar, creando rutinas y dinámicas positivas de intercambio afectivo.

TÁCTICAS PARA ESTIMULAR LA AUTONOMÍA

1.- Dar opciones al niño para que escoja: no debemos obligarle a que realice las cosas como nosotros queremos, es bueno que él sienta que decide y que no se le impone. Ofrecerle opciones para la comida, el vestido, la organización de actividades,… y que él elija.

2.- Mostrar respeto por la lucha personal: Tenemos que ser conscientes que en algunos casos cuesta esa aventura de ser uno mismo sin ayuda del adulto. No debemos esperar demasiado ni exigir al instante. Ser conscientes de lo que puede hacer nuestro hijo/a  y animarle a conseguir nuevas metas de autonomía.

3.- No hacer demasiadas preguntas ni precipitarse dando respuestas: No querer comprender todo lo que ocurre alrededor del niño ni justificar sus acciones con parecidos con otros familiares, culpar a otros de sus dificultades,…

5.- Animar al niño a utilizar fuentes externas. Animarle a que vea e imite a sus compañeros, hermanos y adultos, que se acerque a ellos y aprenda.   

6.- No desalentar: Tener paciencia y confianza en que nuestro hijo, poco a poco, lo irá consiguiendo. Si nosotros confiamos en sus capacidades, ellos lo conseguirán mucho antes. Por el contrario, si vemos a nuestros hijos, débiles e incapaces intentaremos resolverles las dificultades nosotros mismo o incluso les apartaremos de ellas, impidiendo que sean personas autónomas que disfrutan de lo que hacen a lo largo del día.  

7.- Dejarle ser dueño de su propio cuerpo: Dejarle márgenes de decisión evitando imponer lo que ha de hacer en cada momento. Que sienta que él es quien decide ir al baño, qué tomar en el desayuno, lavarse los dientes,…

8.- No interferir en las minucias de su vida: debemos dejarle que experimente y descubra el mundo que le rodea, no podemos estar continuamente encima del niño preguntando e interfiriendo en sus cosas. Por otro lado, hay situaciones que en muchas ocasiones suponen ansiedad para nuestros hijos. No debemos darle mayor importancia, explicarles en la medida de lo posible el por qué de esas situaciones y evitar que se conviertan en tema continuo, lo que no ayuda a solucionarlo.

9.- No hablar de él en su presencia: No hacer descripciones acerca de lo que creemos que son nuestros hijos, sobre todo cuando son cosas que percibimos como algo negativo. Si escuchan que para sus padres, maestros y demás adultos, un niño es tímido, tiene vergüenza, es revoltoso, le cuesta el colegio,… el niño o la niña asimilarán esa característica a su comportamiento y será más difícil cambiarlo.   

10.- Dejarle contestar por sí mismo: No responder por ellos, dejarles que cuenten a los demás lo que ellos puedan o quieran.

11.- Respetar su afán por superarse. Animarle a conseguir nuevas metas y apoyar su motivación por conseguirlas.

12.- No excederse con el NO: no se puede decir que sí a todo, pero existen algunas alternativas que permiten al adulto ser firme sin provocar una confrontación (aunque a veces sea ésta inevitable).

 

ALTERNATIVAS AL “NO”

  • Dar información, explicar el por qué (suprimir el “no”).
  • Aceptar los sentimientos (a veces la resistencia se acaba cuando alguien nos comprende).
  • Describir el problema y valorar la solución.
  • Siempre que sea posible, sustituir el “No” por un “Si”.
  • Darse tiempo para pensar antes de decir NO.

 

PASOS BÁSICOS EN LA ADQUISICIÓN DE LOS HÁBITOS DE AUTONOMÍA (Ver enlace de arriba)

  • Definir claramente el comportamiento que queremos conseguir.
  • Trabajar objetivos asequibles, que sean posibles y alcanzables.
  • Secuenciar los pasos a seguir. Marcando objetivos en cada paso
  • Ofrecer la posibilidad de practicar los comportamientos que se están aprendiendo.
  • Explicar claramente las ocasiones en que deben ser realizadas: momento y lugar.
  • Premiar las aproximaciones y la consecución de un objetivo. Alabar y elogiar los esfuerzos.
  • Debe existir acuerdo total entre los diferentes miembros de la familia acerca de lo que hay que exigir al niño.
  • Ofrecer por parte de los adultos modelos adecuados y coherentes.

 

CUALES SON LOS HÁBITOS DE AUTONOMÍA QUE PODEMOS TRABAJAR:

-Ir a dormir y dormir solos.

-Control de esfínteres, tanto diurno como nocturno.

-Alimentación.

-Vestido.

-Responsabilidades, ayuda y colaboración en la casa.

-Autonomía emocional.

-Baño y aseo.