Las habilidades sociales son las capacidades que permiten al niño interactuar con sus iguales y con el entorno de una manera socialmente aceptable. La interacción con los demás, adultos y compañeros, es fundamental en el proceso de socialización. 

Las habilidades sociales pueden ser aprendidas y pueden ir de actuaciones simples hasta otras muy complejas. Habilidades que van desde saludar, sonreír, hacer favores, pedir favores, hasta hacer amigos, expresar sentimientos y opiniones, iniciar-mantener-terminar conversaciones,… Sin las más simples no podríamos desarrollar las más complejas. 

 La adquisición de estas habilidades no ocurre de un día para otro. En los niños se van desarrollando a través de los años mediante la observación, la práctica y la  retroalimentación.

En el desarrollo del niño tienen una importancia especial los aspectos afectivos y emocionales, de ahí la necesidad, en estos primeros años, de crear un ambiente y clima de afecto en el hogar, de confianza y seguridad, que enseñe los hábitos sociales indispensables a los hijos. Es en la familia donde se van a aprender y practicar los hábitos y normas positivas de convivencia social. La conducta social que manifiestan los niños está estrechamente influida por las normas de conducta que se practiquen en el hogar.

Por otra parte, las agresiones y manifestaciones de comportamientos negativos del niño, pueden provocar el rechazo de los otros niños dificultando la relación con ellos.

 

¿Qué podemos hacer los padres y madres para ayudar a nuestros hijos?

Ofrecer modelos adecuados. Los padres han de tener hábitos de convivencia social, de respeto y ayuda, de cooperación y comprensión con la personas con las que conviven, siendo ejemplos en los que se fijen sus hijos. Para ello debemos:

-      Empezar dando afecto a nuestros hijos. Un beso de buenas noches, al levantarse, interesarse en sus juegos, en las actividades que realiza,…

-   Utilizar expresiones adecuadas y amables con los niños. Pedirles por favor, darles las gracias,… Todo ello facilita mucho la dinámica familiar y enseñan a los hijos a comportarse de la misma forma con los demás.

-    Enseñarle a cuidar sus cosas y respetar las de los otros. El niño/a debe de cuidar las pertenencias de los hermanos y otros familiares, y en caso de necesitarlas, pedirlas, no dañarlas y agradecer su préstamo al devolverlas.

 

ModeladoMuchos de los aprendizajes que el niño realiza en estos primeros años se producen mediante la observación de los otros.El niño aprende un comportamiento observando la conducta de su padre o de su madre, y valorando las consecuencias de ello.  Para ello debemos:

-          Enseñar a nuestros hijos a observar las conductas de sus padres, y a imitarlas. Con ello conseguimos que adquiera nuevas conductas y fortalezca otras iniciadas. De la misma manera, podemos eliminar aquellas que no ayudan a la convivencia familiar y en grupo.     

 

Valorar los aspectos positivos y minimizar los negativos. Frecuentemente utilizamos la recriminación para corregir los excesos o la ausencia de habilidades (“eres muy malo”, “pareces tonto, no sabes defenderte”, “si te pegan, tú pega”,…). Para que el niño consiga un comportamiento social adecuado, los adultos debemos cambiar esa actitud negativa por otra más positiva. Para ello debemos:

-          Valorar conductas alternativas positivas que pasan desapercibidas.

-          Mantener una actitud positiva ante cualquier logro por pequeño que parezca.

-          Permitir que el niño realice algunas conductas, aunque inicialmente no lo haga del todo bien.

 

Proporcionarle ocasiones en la que pueda poner en práctica las habilidades sociales. Cuando ofrecemos al niño experiencias variadas que le posibiliten relacionarse en distintas situaciones sociales, estamos favoreciendo el ejercicio de habilidades sociales y su desarrollo.  Debemos:

-          Enseñarle el comportamiento que debe adoptar en los lugares públicos como cafeterías, restaurantes, consultas médicas, iglesias, celebraciones,…

-          Enseñarle a cuidar la naturaleza, los animales y las plantas; a mantener limpios los lugares que se frecuentan o simplemente se transita por ellos como pueden ser calles, parques, áreas verdes en general.

 

HABILIDADES BÁSICAS DE INTERACCION SOCIAL

   

   Sonreír y hablar: La sonrisa y la risa son conductas que acompañan en determinadas ocasiones a las interacciones que se establecen con otras personas. La sonrisa suele mostrar aceptación, aprobación, agradecimiento, agrado y gusto. La sonrisa es una conducta no verbal que generalmente precede a cualquier interacción y acompaña muchos de los contactos que tenemos con los demás. La risa señala que se está disfrutando y gozando de la interacción con los otros, indica que las personas se lo pasan bien y se están divirtiendo.

       Saludar y despedirse: Los saludos son conductas verbales y no verbales que generalmente preceden a las interacciones. Suelen indicar que el niño reconoce, acepta y muestra actitud positiva hacia la persona que lo saluda. Generalmente son señales de que el niño ha advertido la presencia de la otra persona, Dentro de estas habilidades se incluyen también las despedidas. El niño debe utilizar los saludos por las mañanas al levantarse, al llegar a casa, cuando se encuentra con los vecinos en la escalera,… Para saludar a otras personas lo que hay que hacer es:

  • Acercarse a la otra persona, mirar a la cara y a los ojos y sonreir.
  • Decir frases y formas verbales de saludo. ¡Buenos días!, ¿qué tal estás?, ¡Hola!, ¿cómo te va?
  • Utilizar gestos y expresión facial de saludo: dar la mano, dar una palmada, un beso, un abrazo,…
  • Mostrar mediante expresión verbal y gestual, la emoción y el sentimiento que te produce el encontrar a esa persona, ¡cuánto tiempo, me alegro de verte!
  • Decir fórmulas de iniciación y/o mantenimiento si queremos continuar la interacción o de despedida si queremos finalizarla.
  • Responder correctamente a lo que la otra persona nos vaya diciendo.
  • Presentaciones: Son conductas que se utilizan frecuentemente cuando nos relacionamos con otras personas. Sirven para darse a conocer o hacer que se conozcan otras personas entre sí. Estas conductas son muy importantes porque propician la iniciación de nuevas relaciones. Los pasos a seguir son:
  • Mirar a la persona y saludarla. ¡Hola, Buenos días!
  • Decir el Nombre. ¡me llamo X!

Favores: En la doble vertiente de pedir y hacer un favor. Parece que los niños que piden y sobre todo hacen favores de modo correcto, son queridos y aceptados por sus iguales. Para pedir un favor, los pasos a seguir son: decidir que necesitamos el favor y a quien se lo queremos pedir, formular nuestra petición de forma correcta agradeciendo la actitud de la otra persona.

Cortesía y amabilidad: Conductas diversas como el pedir por favor, excusarse, dar las gracias, decir lo siento, pedir perdón,… 

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